La tecnología está presente en todo lo que nos rodea,
desde nuestro trabajo, nuestra comunidad, nuestra familia, hasta nuestro hogar,
en fin todo lo relacionado con la vida cotidiana. Sin embargo en el sector
de la enseñanza, vemos que muchas escuelas hoy en día no tienen los recursos
necesarios para integrar la tecnología en el ambiente del aprendizaje.
Muchas están empezando a explorar el potencial tan grande que ofrece la
tecnología para educar y aprender. Con el uso adecuado, la tecnología
ayuda a los estudiantes a adquirir las habilidades necesarias para sobrevivir
en una sociedad enfocada en el conocimiento tecnológico.
Integrar la tecnología en el aula va más allá del
simple uso de la computadora y su software. Para que la integración con
el currículo sea efectiva, se necesita una investigación que muestre
profundizar y mejorar el proceso de aprendizaje además apoyar cuatro conceptos
claves de la enseñanza como son: participación activa por parte del
estudiante, interacción de manera frecuente entre el maestro y el
estudiante, participación y colaboración en grupo y conexión
con el mundo real.
La integración de la tecnología de manera eficaz se
logra si se tienen en cuenta estos pasos, ya que llega a formar parte del proceso
rutinario de la clase, los estudiantes se sienten cómodos usándola y apoya
los referentes educativos del currículo.
Muchos maestros piensan que los proyectos de
aprendizaje usando tecnología son lo mejor y lo máximo. No es menos
cierto que el aprender mediante proyectos que facilitan el uso de diversas
formas de tecnología le permiten al estudiante desafiar su conocimiento
intelectual mientras que proporcionan una imagen más realista del proyecto;
pero seleccionar el tipo de tecnología más adecuada para cada proyecto es tarea
fundamental del maestro.
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